Bogotá, Colombia. 10 de noviembre de 2022. Al dar la bienvenida a la XXI Asamblea General, la presidenta de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL), Dolly Montoya, aseguró que es necesario generar estrategias y alianzas para compartir las experiencias de universidades nacionales sólidas para capacitar al talento humano que es el motor de la sociedad en América Latina y el Caribe (ALC), el continente más desigual y donde existe más polarización.

La también rectora de la Universidad Nacional de Colombia, sede del evento, indicó que tal escenario exige que las universidades tengan un papel fundamental en la dignificación de los ciudadanos de cada país, ya que la raíz de este problema es la falta de capacitación y del derecho a la educación.

“No se trata de competir, se trata de compartir experiencias, trabajos, todo lo que estamos haciendo, podemos generar una dinámica para tener un continente potente realmente en conocimiento de alto nivel porque tenemos investigadores de alto nivel, pero también unas comunidades empoderadas del conocimiento, con empresas de base tecnológica”, concluyó Dolly Montoya, no sin antes hacer un llamado a cuidar el continente al que llamó el “pulmón del mundo”.

En su intervención, Sergio Cristancho, viceministro de Conocimiento, Innovación y Productividad, Ministerio de Ciencias, Colombia, afirmó que, se tienen grandes compromisos globales, no únicamente el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS), sino el cambio climático, la transición energética y los temas de salud que fueron evidentes en la pandemia, así como la necesidad de consolidar un escenario de paz regional, donde la articulación de las universidades con el Estado, las empresas y la sociedad es fundamental para avanzar como se requiere.

Aseguró que es muy importante diseñar, implementar y evaluar una política pública en ciencia, tecnología e innovación, así como una agenda regulatoria que facilite cada vez más la investigación en el país, donde las universidades son actores protagónicos en este nuevo sistema de gobernanza.

Cristancho subrayó la importancia del rol de las universidades como formadores de talento científico y tecnológico, en la generación y la transferencia de conocimiento en los procesos de investigación, así como en la apropiación social del conocimiento, como se le llama en Colombia a la difusión del trabajo científico.

Por su parte, el secretario general de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Leonardo Lomelí, afirmó que la UDUAL ha demostrado ser un espacio privilegiado de encuentro y de proyectos comunes de las universidades de la región. Comentó que una de las grandes lecciones que dejó la pandemia es valorar las grandes ventajas que nos ofrece la comunicación a distancia, sus aplicaciones en la docencia, la investigación y la extensión de la difusión de la cultura. La posibilidad de llegar a públicos más amplios y la necesidad de fortalecer los sistemas de educación a distancia y de transitar a modelos híbridos o mixtos de educación, pero también deja el reto de que la brecha digital no se convierta en un factor de exclusión que se sume a la “ya larga tradición de desigualdad que ha caracterizado a la región de ALC”.

Leonardo Lomelí resaltó que la pandemia también puso de manifiesto la necesidad de sumar fuerzas para que la región aproveche su potencial humano y las capacidades de investigación para generar respuestas a retos como los que plateó la pandemia, “todo esto nos hace reflexionar sobre el gran potencial que tiene la UDUAL, pero también sobre el amplio potencial de colaboración que hay entre nuestras universidades”. Indicó que es necesario asumir la necesidad de potenciar los recursos humanos y materiales con los que cuentan las instituciones de educación superior y buscar esquemas de colaboración que permitan llevar a cabo proyectos comunes de docencia, investigación y difusión de la cultura de ALC.

“Parte de buscar una inserción más virtuosa en la globalización pasa por posicionar a nuestra región en una economía basada en el conocimiento, que requiere de que tomemos conciencia en todos los países de la región de la necesidad de invertir más en educación, en ciencia, en tecnología y en innovación, y en esto yo creo que las universidades e instituciones de educación superior que participan en la UDUAL estamos de acuerdo, y por eso mismo creo que es un espacio privilegiado para que sumemos esfuerzos”.

Para concluir el evento inaugural, Roberto Escalante, secretario general  de la UDUAL, comentó que el título de la asamblea, Por la integración de la educación superior en América Latina, no es gratuito, afirmó que la UDUAL, a 73 años de existencia, con la ayuda de la UNAM, de las universidades, asociaciones y organizaciones afiliadas, tiene vocación social y ha mantenido su existencia, aunque hay mucho trabajo por hacer, “no sólo somos la región más desigual sino, en educación, también la menos integrada en el mundo, lo que representa un reto central”.

Escalante se sumó al llamado de unir esfuerzos, ya que, dijo, es absolutamente necesario. “Las universidades asociadas a la UDUAL y la UDUAL misma siempre hemos defendido la autonomía universitaria y creo que a esa definición de autonomía universitaria, de autogobernarnos, de tomar nuestras decisiones, hay que añadirle que seremos realmente autónomos cuanto más sirvamos a la sociedad y a sus comunidades, y comparto que no lo podemos hacer solos, es necesario buscar alianzas y convergencias para poder avanzar mucho más”. Por último, convocó a los rectores y las rectoras a que lideren este proyecto de integración de la educación superior en ALC.

Luego de la inauguración, se llevó a cabo la conferencia titulada “Estado actual de la educación superior en América Latina y el Caribe: retos y plan de acción para la integración”, por parte de Rodrigo Arim, rector de la Universidad de la República (UDELAR) de Uruguay, la cual fue comentada por Franco Bartolacci, rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), en Argentina.

Durante su intervención, Arim afirmó las universidades han estado sometidas y han adherido, sin demasiada reflexión explicita, a nuevas modalidades de funcionamientos, fuertemente asociadas a los paradigmas neoliberales pero que no se agotan en ellos. Espacios de reflexión y argumentación;  los sistemas universitarios se han fragmentado y mercantilizado.

Lo anterior ocasionó el debilitamiento del financiamiento público, ya que las instituciones estatales han sido puestas a competir con instituciones privadas, incluso con fines de lucro, por recursos públicos. Asimismo, el prestigio actualmente se asocia a rankings que premian ciertos logros sobre otros y en muchos países la carga del financiamiento recae sobre los estudiantes. Un pacto social, que veía a las universidades como parte del estado de bienestar, se ha debilitado. Arim puntualizó que “la propia naturaleza de las universidades cambia ante el incentivo de premiar las actividades generadoras de ingreso: El mercado sustituyó al estado, a la sociedad civil en un sentido amplio, y a las propias comunidades universitarias como estructuradoras de incentivos y prioridades de las universidades”.

La jornada matutina concluyó con la presentación de los resultados de la encuesta “Las universidades de América Latina y el Caribe frente a la Covid-19”, a cargo de Luis Miguel Galindo, investigador de la UNAM; Manuel Suárez, director del Instituto de Geografía de la UNAM, y Luis Felipe González Ávalos, consultor del Instituto de Geografía de la UNAM.

GDR

Fotografía: UNIMEDIOS