Ciudad de México, 10 de noviembre de 2021. Felipe Miguel Villalba, docente de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) en Paraguay; Francisco Cervantes, rector de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), sede México y Alejandro Villar, rector de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), Argentina, participaron en el conversatorio titulado Transformación digital y el futuro de la Educación Superior, moderado por José Manuel Silvero, docente e investigador de la UNA.

Al inicio del conversatorio, Felipe Miguel Villalba explicó que después de la pandemia la gran pregunta es qué es lo que deben hacer las universidades en lo que respecta a los procesos administrativos, en los planes estratégicos, en las acciones concretas que tendrán que desarrollar las instituciones de educación superior en cuanto al proceso de transformación transversal de todo el subsistema de educación superior y como plataforma de lo que hará posible una proyección de universidad para el futuro.

Mientras que, Francisco Cervantes, recordó que la transformación digital en México inició a finales de los años 50, por lo que no es algo nuevo, sin embargo, en los diferentes países ha avanzado a ritmos distintos, por lo que se puede establecer que la transformación digital es un proceso que ha sido lento, diverso y que ha generado la inclusión social, pero también es un alto riesgo de generar la exclusión porque no todos tienen acceso a las tecnologías digitales.

Cervantes aseguró que lo importante es evaluar qué tan preparados estamos para enfrentar la nueva realidad, “aunque la parte crítica ya pasó, la pandemia va a estar presente, por eso será importante saber qué tan listos estamos para enfrentar el modelo que teníamos, pero es un trabajo individual, ya que cada institución tiene situaciones diferentes, por lo que deberán revisar sus procesos y establecer hasta dónde quiere llegar”, indicó.

Por su parte, Alejandro Villar señaló que las universidades deben incorporar las tecnologías digitales para generar una transformación no sólo en el ámbito de la comunicación de manera cotidiana, sino en los aspectos que tienen que ver con la administración y la gestión que faciliten y mejoren la eficacia de la universidad, es decir, una transformación de tipo cultural no sólo en aspectos tecnológicos.

Villar afirmó que la pandemia brindó un escenario para repensar el desafío de la dimensión tecnológica, que es muy desigual, ya que las capacidades tecnológicas son distintas en las universidades, sin embargo las plataformas digitales abren las posibilidades para repensar las formas de actualización y formación permanente tanto sincrónicas como asincrónicas, “y nos permiten ir pensando que la inversión en tecnología va a tener que ser más importante para poder, desde las universidades, brindar estos servicios tecnológicos y, probablemente las inversiones en edificios empiecen a ser menos importantes”.

Subrayó que también inició un proceso de transformación cultural en el que se deben repensar las formas de educación, los procesos internos de las universidades, darles una trazabilidad más transparente y dinámica, además de trabajar con los profesores en la actualización para la modalidad a distancia. “Es muy difícil pensar en una estrategia de transformación digital en donde las universidades seamos un actor relevante como estamos llamados a ser si no hay políticas estatales que colaboren, que mejoren y garanticen la conectividad de las universidades”, concluyó.