Ciudad de México, 30 de mayo de 2024. Durante el webinar “Pensar y ser digital”, organizado por la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe UDUALC y el Espacio Común de Educación Superior en Línea (ECESELI), Roberto Aparici, docente e investigador de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), España, aseveró que para lograr una verdadera transformación hay que formar a las clases políticas porque tienen el control de la comunicación y de la educación, así como a las clases empresariales que tienen una dimensión tecnocrática y desconocen las limitaciones de las plataformas digitales.

Afirmó que, en España como en Latinoamérica, existe un enfoque tecnocrático generado por la imposición de la tecnología educativa por parte de Estados Unidos, a través de sus organismos, mientras que el tema de la comunicación es escasamente abordado, únicamente desde lo social dentro del campo de la formación de ciencias de la educación.

Indicó que debido a la forma en que se está utilizando, la tecnología no transforma realidades, “se está usando para reproducir modelos ancestrales que se pueden remontar perfectamente al siglo XX, es necesaria una transformación que tiene que venir por parte de los Estados, los o las presidentas de los diferentes países tienen que actualizarse”.

 “Pensar y ser digital significa todo un cambio, una transformación y al hacerla es necesario tener la honestidad y la humildad de volver a empezar a aprender, aprender de otra manera y, para ello, tenemos que desaprender toda esta carga que tenemos a lo largo de décadas y décadas”, afirmó el también autor.

Aparaci reflexionó sobre el hecho de que, a partir de la pandemia, los gobiernos a nivel mundial incorporaron las plataformas digitales en sus sistemas educativos, pero no capacitaron a los profesores en otros modelos de enseñanza para este contexto tecnológico y muy poco se acercaron a las nuevas formas culturales, específicamente a la cultura digital.

El especialista en educomunicación aseguró que “es como formar gendarmes de la tecnología educativa cuando los chavales en estos momentos conocen más de tecnología que sus propios maestros, pero los estudiantes no conocen, ni tienen conciencia acerca del papel de la comunicación y cómo la comunicación puede transformar realidades”.

Señaló que por temor, muchos maestros y maestras no responden al mundo moderno, sino que responden al mundo marcado por la inspección educativa, pero hay que alentarlos a utilizar las plataformas digitales de manera diferente para convertir al estudiantado en comunicadores.

Patricia Ávila, coordinadora del Espacio Común de Educación Superior en Línea (ECESELI-UDUALC) y moderadora de la conversación, comentó que algunos pedagogos y comunicadores se ven reflejados en la actualidad aun cuando ellos desarrollaron sus métodos antes de la era digital, es decir, que sus teorías han resurgido y, aunque parece que se han transformado, la esencia permanece.

“Por ejemplo, Lev Vygotsky hablaba del aprendizaje sociocultural y la zona de desarrollo próximo que han influido en la forma en que se incorpora la tecnología en la educación, las herramientas digitales pueden ser utilizadas como andamios para apoyar el aprendizaje y promover la colaboración entre los estudiantes”, indicó.

Subrayó que lo importante es el uso pedagógico que se le dará a la tecnología para mejorar la interacción, así como la comunicación, por lo tanto, coincidió con Roberto Aparici en que “el pensar y el ser digital por un lado se interrelacionan, pero por el otro no. No necesariamente el que tengas acceso a la tecnología te está comprometiendo a ser un ciudadano de la cultura digital”.

Roberto Aparici invitó a políticos, comunicadores y a la sociedad en su conjunto a abogar por otra forma de enseñanza donde la comunicación sea un punto esencial para conectar a la ciudadanía con el mundo en esta época denominada digital, y al mismo tiempo reinventar la educomunicación, la cual, dijo, está prácticamente muerta y convertirla en educomunicación digital, concluyó.

El webinar se puede visualizar aquí.

GDR